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domingo, 19 de junio de 2016

UN CÍRCULO INTERMINABLE DE NACIMIENTO Y DESTRUCCIÓN


Por Jean Vidal





Los humanos jamás serán capaces de vivir en armonía. La paz no es más que una idea ingenua sacada de la mente de un niño. Un niño al que se le dan falsas esperanzas para que se aferre a este mundo podrido. La esperanza no es más que una sentencia al sufrimiento eterno. Al nacer nadie nos muestra las desdichas que sufriremos ni los brevísimos momentos de felicidad que viviremos. En la vida perdemos más de lo que ganamos y, para empeorar la situación, muchas de las cosas que nos ocurren no dependen de nosotros. Somos actores pasivos en este mundo. Son nuestros predecesores quienes nos han dejado un mundo en extinción y ruinas; y parece ser que tenemos que luchar constantemente para solucionar sus errores. Sin embargo, nos han trazado un camino inevitable hacia la extinción, un camino que solo debemos aceptar.

Estos y otros pensamientos aparecían en la mente de Charles mientras esperaba a Harris, uno de sus grandes amigos de la infancia. Charles se encontraba en una plaza pública, una de las pocas que aún seguían en pie.
Había llegado alrededor de las 6 p.m. con café y un periódico del día en la mano.
Casi había terminado su café para cuando Harris Llegó.
-Llegas tarde –dijo Charles.
-Lo siento, tuve que quedarme en la oficina hasta tarde –respondió Harris, mientras observaba parte de la portada del periódico que tenía Charles consigo.
Podía leer: “ATAQUE AL…” Pero una de las manos de su amigo cubría la última palabra.

Harris era un hombre de 25 años, de aproximadamente 1.80mts. de estatura, de contextura delgada, nariz larga, labios pequeños, ojos pardos y siempre llevaba una barba que le daba una pinta de vagabundo. Él provenía de una familia poderosa; su padre era dueño del canal de televisión más importante de los Estados Unidos, además de diversas estaciones radiales y medios escritos. Ambos no se dirigían una sola palabra desde hacía un par de años. Harris estaba enojado con su padre porque este utilizaba su poder en los medios para provocar rivalidades entre países. Para ello, difundía información falsa sobre ataques de países vecinos hacia los Estados Unidos. Harris no sabía que, en realidad, su padre era presionado por el gobierno para propagar la información de los ataques falsos. La milicia se encargaba de proveerle material fotográfico y una serie de documentación para que la publicación pareciera veraz.

-Disculpa que te lo pregunte, pero ¿por qué sigues trabajando en ese antro? Tu padre podría conseguirte un buen trabajo en un santiamén –dijo Charles.
-Mi padre y yo nos hemos distanciado; además, creo que estoy bien en mi trabajo actual –respondió Harris.

Harris, en realidad, trabajaba como detective para el FBI y su trabajo como oficinista era solo una fachada. Ese trabajo falso le daba la ventaja de no llamar la atención y además lo posicionaba en un ugar cercano a la oficina principal de NEXUS, la cadena televisiva de su padre. Harris estaba investigando dicha empresa porque el FBI sabía que la información difundida por ese canal acerca de los ataques era falsa; no obstante, deseaban conocer el verdadero motivo para divulgar esa información.

-¿Qué es lo que dices? –dijo Charles sorprendido-. Si tu padre y tú siempre se han llevado muy bien. ¿Por qué se han distanciado?
Harris se mantuvo en silencio.

-Parece ser que se trata algo muy grave. No te preocupes; no volveré a preguntar. –prosiguió-. Aún así, quisiera saber desde cuándo es que no conversan. No puedo evitar preocuparme por ustedes dos, sobre todo después de lo que pasó con tu madre.

-La muerte de mi madre no tiene nada que ver con esto –respondió inmediatamente Harris-. Mi padre simplemente decidió alejarse de mí porque decidí no seguir sus pasos.
-Pero si tu padre es un buen hombre, es exitoso y ha liderado muchas campañas a favor de la gente. Es una buena persona y creo que es buena idea seguir sus pasos. Sin embargo, ciertamente me provoca un poco de temor saber que tiene tanto poder. El poder que él posee, en las manos equivocadas podría ser fatal.

-No sabes cuánta razón tienes, Charles –pensó.

-De todas formas –prosiguió Charles- puedo tener la confianza de que tu padre es una persona honesta. Ya se han visto casos de cadenas televisivas que falsean información con el fin de lucrar. Han sido todos unos avaros y egoístas. Por eso creo que este mundo está podrido. Pero tu padre me da algo de esperanza.

-Este mundo no está podrido. La gente suele fijarse solamente en aquellas cosas que están mal, porque pareciese que podemos medir qué tan bien nos va en función de los errores cometidos, por simple contraste. Además, creemos en lo bueno y lo malo como si fuesen excluyentes. Tenemos la idea de que si hay más bondad en este mundo la maldad, como resultado, desaparecerá o por lo menos disminuirá. Pero esta es una visión simplista. La bondad y maldad no están sujetas a leyes físicas ni a cualquier discin se encontraba en un compartimento secreto de su escritorio.e le habodos nosotros; y creo que debemos aceptar ambas como parte plina humana que las intente clasificar. Pienso que existe bien y mal en todos nosotros; y debemos aceptar ambas como parte de nuestro ser. Eso si deseamos ser auténticos y honestos con nosotros mismos.

-¿Entonces cómo explicas esto? –preguntó Charles mientras mostraba la portada del periódico.
Finalmente Harris pudo leer el titular completo: “ATAQUE AL PENTÁGONO”.
Harris por fin lo entendió.
-Disculpa, pero debo retirarme –dijo mientras se ponía de pie.
-¿A dónde vas? –preguntó Charles, pero Harris ya  se estaba alejando.
Harris se apresuró a su oficina.
Al llegar cerró la puerta y comenzó a  buscar desesperadamente algunos documentos del caso que se le había asignado. El cajón en donde se encontraba toda la documentación era un compartimento secreto de su escritorio.

-Ataque al pentágono… Ataque al pentágono… Ataque al pentágono… ¡BINGO!
Harris había encontrado ciertos documentos que consideraba que podrían ser útiles para la investigación.

-Bien, debo llevar estos documentos al FBI lo antes posible –pensó.

En seguida salió de su oficina, pero sin antes colocar todo de vuelta en su lugar. Realizó algunas llamadas para encontrarse con su jefe y reportarle sus hallazgos.
Se encontraron en una de las oficinas del FBI que estaba camuflada bajo la fachada de una empresa de videojuegos.

-¿Qué era eso tan importante que tenías que decirme? ¿Está, acaso, relacionado con la investigación NEXUS? –dijo Bob.
-¡Así es! He descubierto algo que puede ser crucial para la investigación –respondió Harris entusiasmado.
-Adelante chico, dime a qué te refieres.
-¿Ha visto el periódico de hoy?
-Sí, lo leí por la mañana.
-Bueno, yo me refiero al boletín que venden al medio día.

-Ese también lo he revisado. Mira, aquí lo tengo.

Bob buscó en su maletín. Al encontrarlo lo levantó con cuidado y leyó el titular.

-“ATAQUE AL PENTÁGONO”. Sí… eso dice. Ahora, cuéntame qué has averiguado –dijo Bob.

-Bien, se lo diré. Hace ya algunos meses me enteré mediante un contacto en la milicia, que se estaban construyendo dos nuevos pabellones en el pentágono. Él me dijo que había participado de la construcción de estos. El primer pabellón era el de Desarrollo Personal. Su estructura consistía en aulas vacías en donde se desarrollaban clases de yoga y meditación. El otro pabellón que construyeron era el de Investigación especializada. Allí los aspirantes al FBI desarrollaban sus habilidades de indagación para posteriormente formar parte del cuerpo de investigación. Ambos recintos fueron construidos rápidamente y se utilizó material de baja calidad. Incluso, me comentó mi informante, que utilizaron vigas que sobraron de otras construcciones en los diferentes penales del país. ¿Recuerda que se aprobó una ley por la cual las cárceles tenían que construir más pabellones para los presos?

-Sí, lo recuerdo. Además conozco a alguien que supervisó esas construcciones.
-Bien. Parece que usaron esos sobrantes en los pabellones nuevos y se utilizó a los soldados para realizar esas edificaciones en el pentágono. Esos dos fueron los únicos pabellones destruidos en el supuesto ataque japonés.

-Entiendo, lo que quieres decir es que el pentágono habría dado sus instalaciones para simular un ataque militar y que los medios de comunicación dieran la noticia falsa. Pero eso es algo muy fácil de deducir. La noticia en sí evidentemente muestra una conexión entre la milicia y NEXUS. ¿Por qué me dices cosas tan evidentes? Creí que habías averiguado qué tipo de conexión existe entre ellos.

-Espere, eso no es todo. Es verdad que la empresa de mi padre y el ejército tienen una conexión. Pero también tiene que considerar que los medios de comunicación son controlados. Entonces, ¿por qué difundirían esta noticia? Si esta nos muestra su evidente conexión.
-Probablemente ellos no estén enterados de la investigación que llevamos a cabo. Por eso no creen que sea necesario ocultar un incidente como ese. Porque solo la gente que sabe que las noticias son manipuladas antes de ser emitidas tendría en cuenta que la milicia está implicada. El resto de personas pensaría que se trata de otro ataque, como los cientos que han sido reportados en estos meses.

-Se equivoca; ellos sí están enterados de la investigación. De hecho, la publicación es una amenaza dirigida al FBI directamente. Es probable que el ataque haya tenido víctimas reales esta vez, y posiblemente todas tengan relación con el FBI. Revise si los internos que fueron esta mañana regresaron a sus hogares.

-Eso… eso tomará un tiempo; recuerda que los nuevos miembros del FBI están ocultos entre la población. Solo sabremos si lo que dices es cierto en dos días. Cuando todos los internos hayan tenido que reportarse en la agencia principal. Además, yo no sé si ellos tenían que ir hoy al pentágono. Tendré que hacer algunas llamadas.

El rostro de Bob había cambiado; estaba más pálido de lo normal.

-Entiendo. También estaba pensando en el tipo de conexión que existe entre las dos entidades y solo existen dos posibilidades. Primero, podría ser que tanto la empresa de mi padre y la milicia pertenezcan al mismo nivel jerárquico y estén actuando en conjunto como socios. Segundo, podría ser que los militares estén en un nivel mayor que NEXUS. Es decir, el verdadero autor de estos atentados falsos podría ser la milicia. Esto debido a que es más sencillo para ellos someter a NEXUS. A fin de cuentas, ellos tienen poderío militar y por lo que veo tienen espías en todos lados; incluso en el FBI. Sería sencillo para ellos amenazar a mi padre y así tener el control de los medios de comunicación. En cambio, si mi padre hubiese sometido al ejército, sería sencillo que lo asesinaran, ya que él siempre se ha mostrado en eventos sociales.

-Tendré que confirmar cada cosa que me has dicho. Pero ahora que sabemos que la milicia está involucrada tenemos que apresurarnos. No conocemos sus planes y sería terrible si no llegamos a actuar a tiempo. Te llamaré más tarde para avisarte si lo que me has dicho es correcto. Por ahora sigue con la investigación. Puedes retirarte –concluyó Bob.
-Eso haré señor.
Harris había regresado a su casa. Era difícil movilizarse por la ciudad cuando la amenaza de ataques era latente. Él se sentía frustrado, tenía tantas ganas de enfrentar a su padre y de contarle al mundo entero las mentiras difundidas por su empresa; en el fondo quería creer que su padre estaba siendo amenazado o manipulado. Le costaba creer que su padre le estuviera mintiendo al mundo y quería actuar. Pero sabía que debía callar y mantenerse calmado. El FBI no podría expresarse por ningún medio sin que NEXUS interviniera. Además no tenían pruebas suficientes.

Esa noche, luego de beber unas cervezas, recibió la llamada de Bob.

-Es cierto. Todo lo que dijiste es verdad –dijo Bob.

Harris no progresó mucho en su investigación durante los meses siguientes. Los supuestos ataques cada vez eran más recurrentes, pero aún los ciudadanos no estaban de acuerdo con iniciar una guerra. Sobre todo porque 10 años atrás había culminado la guerra con China. Este hecho dejó marcado a muchas personas alrededor del mundo, sobre todo por el impacto económico y las miles de muertes producto de este conflicto.

Con la finalidad de inducir a los ciudadanos a cambiar de opinión, la milicia comenzó a realizar ataques verdaderos dentro de los Estados Unidos. Cientos de estadounidenses murieron lo que provocó que un sentimiento de odio creciera en el interior de las personas. De esa forma, se iban cumpliendo los objetivos del gobierno. Tanto los medios de comunicación como los ataques cambiaron la perspectiva de las personas. Muchos comenzaron a enlistarse en el ejército y se realizaban donaciones al estado para la compra de armamento militar superior al del enemigo.

Para entonces, se creía que todos los países asiáticos estaban implicados en los ataques. El FBI intentó alzar su voz, pero estos intentos fueron apabullados por los medios de comunicación. Incluso se creía que el FBI estaba en contra de los Estados Unidos y se comenzó a despedir a miembros de esta organización. Harris se vio obligado a investigar por su cuenta e intentó aproximarse a su padre para conseguir cierta información que pudiera ser útil.

Pronto se inició una nueva guerra entre Estados Unidos y los países asiáticos. Desde la perspectiva del resto de naciones del mundo, era una imprudencia iniciar un conflicto bélico contra toda Asia. Era un suicidio. No obstante, el gobierno de los Estados Unidos estaba preparado para esta situación.

Luego de la guerra contra China hacía 10 años, muchos científicos militares propusieron crear un arma suficientemente poderosa para hacerle frente a cualquier nación sin tener que recurrir a alianzas. Para ello, se intentó crear un Arma de Destrucción Masiva (ADM). Su propuesta fue rechazada por el propio el general de ejército, Ainsworth, quien tenía el control total de la milicia. Él había dirigido personalmente al ejército estadounidense en las batallas contra China. Era conocido por ser un general fuerte y despiadado con sus enemigos. Incluso algunos creían que había perdido su humanidad. Esta idea se reforzaba con el hecho de que usaba una máscara de cera que no permitía que nadie observara sus expresiones faciales. Entre los militares se rumoreaba que había perdido parte del rostro tras una batalla.

El motivo que mencionó Ainsworth para rechazar el proyecto fue que el arma que se pretendía construir utilizaba energía térmica. Este tipo de energía era escasa y se perdería mucho dinero si se decidía importarla. Sin embargo, él inició la construcción del ADM en instalaciones subterráneas del pentágono sin que nadie se enterara. Se utilizó la mayor parte de los fondos del estado para financiar el proyecto. Eventualmente, luego de 10 años, el ADM01 estaba listo. Para que esta arma funcione era necesario que se recolectara gran cantidad de energía térmica, debido a que el daño que podía ocasionar dependía de la energía almacenada. Por ese motivo, se buscó utilizar la energía térmica proveniente del núcleo de la tierra. Con tal poder serían invencibles ante el resto del mundo. La energía de la tierra era recolectada a través de un tubo de 1 kilómetro de diámetro que conectaba al centro de la tierra con un compartimento que estaba colocado debajo del pentágono. Desde allí, se liberaba toda esa energía hacia un satélite especializado que la redireccionaba hacia un blanco en específico. Durante la construcción de esta arma los científicos advirtieron que habría una descompensación de la presión del núcleo de la tierra si utilizaban el arma muchas veces. Por eso, se recomendó utilizarlo un máximo de 3 veces y luego esperar 10 años para volver a utilizarlo.
Durante la guerra, se utilizó el ADM01 tres veces. Uno de los ataques había impactado en Japón, y los otros dos en China. La rendición de los países asiáticos fue inmediata luego de los ataques.

El mundo había presenciado el poderío militar estadounidense en su máximo esplendor. Ciertamente los otros países quedaron atemorizados por el daño que podía causar el ADM01, pero al mismo tiempo quedaron fascinados por el poder que un arma como este podría otorgar. De cierto modo, se referían a este poder como algo divino. La ambición y el odio de los gobernantes de muchos países provocaron que más armas de este estilo fueran creadas. Al cabo de 5 años, más de 20 países tenían por lo menos un ADM. Sin embargo, mientras se construían estas armas, los países se mantuvieron sometidos a los dictámenes estadounidenses. Al culminar estos 5 años se reanudó la guerra. Ahora Estados Unidos se encontraba en desventaja. El ataque contra los estadounidenses se inició y lejos de sentir preocupación, esto parecía alegrar mucho a Ainsworth, pues los soldados podían oír su risa en los pasillos del cuartel general del pentágono.

Se comenzó a utilizar de manera excesiva el ADM01 y sus equivalentes. La energía extraída de la tierra estaba comenzando a causar grandes desastres naturales alrededor del mundo. Esto, debido a que al extraer tanta energía térmica de manera indiscriminada, se estaba obviando el hecho de que la presión del núcleo de la tierra cambiaba con cada ataque. El centro de la tierra estaba fuera de control.

Pese a las advertencias de tantos científicos se siguió utilizando estas armas. El pronóstico de la tierra era desfavorable, todo indicaba que la tierra encontraría un modo de equilibrarse. La duda giraba en torno a qué tendría que ocurrir para que se vuelva a un estado homeostático. Pronto, esta pregunta sería respondida por NEXUS en una de sus publicaciones.

Por primera vez, luego de varios años, NEXUS realizaba una publicación con información verídica. “EL FINAL HA LLEGADO” decía la portada. El padre de Harris sabía que sería asesinado por publicar eso, pero aun así lo hizo. Él estaba convencido que ya no importaba si protegía o no su vida o la de su hijo. Ambos terminarían muriendo pronto de todas formas, pues la tierra estaba desestabilizada y la gente merecía saber que no había vuelta atrás.

Harris, que no sabía si la publicación tenía contenido verdadero fue directamente donde  su padre.
-Tú has sido el culpable de todo esto –le dijo.
-Tienes razón, todo ha sido mi culpa –replicó el padre de Harris.
Harris estaba sorprendido. Nunca había visto a su padre en ese estado.
-Tienes razón Harris. Yo hice todo lo que esos malditos del gobierno querían. Amenazaron mi vida y la tuya. Yo solo deseaba protegerte, pero terminé condenando este mundo a la destrucción. Seguramente, ya has visto el periódico. Deberías irte a algún lugar que te agrade. Porque mañana todo esto terminará. No hay forma de revertir esta situación; el mundo dejará de existir mañana.
-Lo sé. Padre… Lo que estado pensando por algún tiempo. Creo que en realidad no tuviste elección. El gobierno con tu ayuda o sin ella habría seguido con la construcción de esa maldita arma que nos ha destruido.
-Sí, pero yo les facilité las cosas.
-Creo que yo habría actuado de la misma forma.
-No es verdad. Tú lo habrías resuelto, hijo mío. Eso lo sé yo, que soy tu padre.
-Desde que mamá murió tú te volviste más distante, y eso es algo que me ha herido mucho. Pero te entiendo.
El padre, al borde de las lágrimas, abrazó a Harris y se quedaron en esa posición por varios minutos. Finalmente, su padre lo convenció de irse fuera de la ciudad y buscar un lugar en donde pasar su última noche.

Los científicos habían pronosticado que a las 2AM (Hora estándar del este) aproximadamente terminaría la vida en la tierra.
Esta noticia desató el caos en el mundo. Muchos decidieron terminar con sus vidas. Caían cientos de personas de los edificios más altos de las ciudades de todo el mundo, en un afán por controlar al menos el final de sus vidas. Algunos rezaban, otros se despedían de sus seres queridos y unos cuantos simplemente se arrojaban; como si todas sus vidas hubiesen estado esperando el momento oportuno para suicidarse.

De cierta forma, caer de un edificio representaba el camino de la humanidad. Los humanos se pensaban seres superiores, inteligentes y audaces; y como tales tendrían que llegar a lo más alto para finalmente darse cuenta de la caída que les esperaba.

Había terminado la guerra. Nadie atacaba, la gente sufría. Muchos miraban al cielo, en busca de algo o alguien a quien dirigirse. Con sus miradas decían “perdón… hemos fallado”.

A medida que se aproximaba el final de la tierra, más personas caían en llanto. La calle estaba llena de personas arrodilladas o acostadas. Todos lloraban al unísono. Buscaban consuelo en alguien más, se abrazaban unos a otros. Entre lágrimas hablaban sobre las cosas que les habían hecho más felices en vida y manifestaban sus deseos de morir pensando en ese recuerdo. También se sentían decepcionados por cómo habían actuado en los últimos años, pensaron en el odio que sintieron durante la guerra y lo mucho que les dañó.

Harris había salido de la ciudad, se había dirigido a su antigua casa, donde vivió cuando era tan solo un niño. Entró con cuidado al jardín y trepó su árbol favorito de la infancia. Se sentó en una de sus ramas y dirigió su mirada a las estrellas.
-¡Harris! –se escuchó desde abajo.
-Charles… ¿o prefieres que te llame Ainsworth? –dijo Harris mientras mantenía su mirada hacia el cielo.
-Vaya, parece que sí lograste descubrirlo. Llámame Charles, por favor. –dijo mientras se sentaba en la rama contigua.
-Lo descubrí al llegar a este lugar. Recuerdo que alguna vez mencionaste que te gustaría que el mundo ardiera en llamas, justo cuando estabas sentado sobre esta rama. Dijiste que este sería un buen lugar para ver el espectáculo.
-Pues seguro que sí lo dije, porque he venido justamente a verlo. Parece que mi sueño se pudo hacer realidad. El mundo ha llegado a su fin y la humanidad ha obtenido lo que merecía. Jamás hubo esperanza para esta especie primitiva. Debió haber desaparecido hace mucho. La prueba de que los humanos no pueden vivir en armonía es la guerra a la que fueron conducidos gracias a mí. Creé un arma poderosa y todos intentaron copiarla. Sin saber que estaban destruyendo su propio planeta y a ellos mismos. Si los humanos no pueden diferenciar entre bien y mal; y no pueden cooperar entre ellos por el bien común, pues entonces no son dignos de vivir en este planeta. Tan solo se dedicarían a destruirla lentamente. Matando a las demás especies y siendo completamente egoístas. Ahora desaparecerán y con ellos su egocentrismo. Nadie creerá, nunca más, que los humanos son el centro del universo. Desapareceremos y nadie lo va a notar.

Harris comenzó a reírse como nunca antes lo había hecho en su vida. Era una risa tan aguda que le provocó dolor en los oídos a Charles.
-¿Qué te parece tan gracioso? Nunca te he oído reír así. ¡¿Por qué te estás riendo?!
-Charles –mientras contenía la risa-. Siempre has sido tan tonto… ¿Acaso no te has dado cuenta de lo que has hecho?
-Yo no veo a la gente ardiendo –prosiguió Harris-. Fíjate bien en lo que está ocurriendo.
-Los veo sufriendo. Esa es una reacción natural. Se acabará el mundo y no podrán volver a sus vidas egoístas y ensimismadas –dijo Charles con seguridad.

-Yo los veo más unidos que nunca. Míralos. Están llorando, están juntos. No veo divisiones, fronteras, discriminación, guerra, religión o egoísmo. Todo lo contrario. Esa gente pudo haber terminado con su vida, como lo hicieron miles de personas. Aquellos que se suicidaron fueron los egoístas. Los que pensaron en ellos mismos, no pensaron en las personas a las que dejaron en este mundo. Simplemente nos abandonaron. En cambio, toda esa gente que ves llorando, en el suelo, sufriendo o riendo con lágrimas en los ojos; es decir, los que decidieron quedarse, han pensado en otros. No han sido egoístas y se han quedado para sufrir con el resto de humanos, para acompañarnos mutuamente en lo último de nuestras vidas. Y tú has hecho que ocurra esto.
-¿De qué hablas? Los que se han quedado son los cobardes que no pudieron suicidarse o los religiosos que viven creyendo que es un pecado acabar con su propia vida. Y si llegan a matarse no serán salvados por su Dios.

-Fíjate bien; observa. Por supuesto que mucha de esa gente tiene creencias religiosas; pero pertenecen a diferentes religiones. Y dime, ¿ahora están peleando? ¿Están acaso luchando porque creen en dioses diferentes? No les importa la religión a la que uno pertenece. De hecho, por fin están aplicando muchas de las enseñanzas que unifican a las religiones. Ellos no se ven como católicos, judíos, evangélicos, mormones, budistas. Se ven como humanos que están sobrellevando el dolor; y lo están haciendo juntos. Por primera vez veo que la religión no divide, que la idea de muchos profetas acerca de convivir en paz entre todos se cumple y que nadie discrimina.

-Pero si están sufriendo, ¿cómo puede eso unirlos?
-No solo la felicidad une a las personas. El dolor también lo hace, pero de una manera diferente.
-Bueno, y si tenían esas cualidades ¿dónde estuvieron todos estos años? Hace unos días a nadie parecía importarle el resto de gente. Lo que ocurre es que ellos, al estar en una situación en la que van a morir irremediablemente intentan arrepentirse de sus pecados para así encontrar el supuesto camino a la salvación.

-Pero es en esos momentos más difíciles en los que uno saca lo mejor o lo peor de sí mismo. Y, como ves, la gente que sacó lo peor de sí mismo, la gente que sacó su egoísmo, esa fue la gente que abandonó. Que se fue sin más, sin pensar en los otros. En cambio, hay gente que se ha quedado voluntariamente y no porque la religión se lo diga, se han quedado porque desean acompañar a los otros en el sufrimiento y al mismo buscan algo de alivio.

-¿Me estás diciendo que he cometido un error? –preguntó Charles alterado.
-No
-¡Harris! ¡He cometido un error!
-No
-¡Sí! Lo que he hecho.
-No
-¿No lo entiendes? Yo causé la destrucción de los humanos porque no había esperanza para ellos, pero están más unidos que nunca y… y… si se comportan así ahora, es porque tenían dentro de ellos mismos algo de compasión y la capacidad para ser solidarios con otros. Y yo he destruido eso que aún quedaba en ellos. Quizá si hubiese descubierto la forma de hacer que esa bondad surgiera…
-Ya lo has hecho. Gracias a ti ellos han descubierto algo de bondad en sus corazones. Les has dado esperanzas y les has mostrado que la raza humana tenía la capacidad de vivir en armonía. Que lo hayan aprendido al final no le quita el valor al aprendizaje.
-Pero, he hecho que maten a mucha gente.
-Es cierto. Pero al igual que la gente tiene la oportunidad de revalorar su vida y darse cuenta del daño que causaba y arrepentirse de eso; tú también la tienes.

Ambos se mantuvieron en silencio por unos minutos.
-Harris… Lo siento mucho.
-Mira esa estrella. ¿Crees que haya seres parecidos a los humanos allá?
-No lo sé. Pero si es así deben tener muchos problemas por resolver.

Cuando llegó el momento todos los humanos de la tierra se pusieron de pie, se tomaron de las manos y esperaron su final. A la hora indicada la tierra dejó de existir. Tan solo un destello de luz era visible desde el espacio. Los humanos se habían extinguido.
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